Doce años, la una ausencia que detiene el corazón
Parras, Coahuila, a 24 de enero de 2021
Antonio Verástegui González y Antonio de Jesús Verástegui Escobedo, son parte de nuestra familia. Un grupo de civiles armados y policías municipales, con apoyo de autoridades del Estado de Coahuila, los arrebataron físicamente de nuestro lado la noche del 24 de enero de 2009, hace doce años, cuando regresaban de un evento religioso y se dirigían a su casa en Parras, Coahuila. Aun así, no los han desaparecido de nuestra realidad. Los recordamos y nombramos: los hacemos presentes. Les lloramos y extrañamos con un dolor que se ha hecho cotidiano, un dolor conocido que como un suspiro se lleva una parte de nuestra vida.
Desde su desaparición hemos denunciado públicamente lo que ocurrió. Hemos buscado generar conciencia en la sociedad, una sociedad en su mayoría sorda. Nos hemos encontrado con otras muchas familias que, igual que la nuestra, han tocado todas las puertas y han hablado con cientos de autoridades que, al inicio, se muestran receptivas, solidarias, que nos entienden, pero que al final del día, de la semana, del mes, del paso de los años terminan siendo parte de ese sistema criminal que todo devora.
Nuestra digna denuncia se mantiene no como una consigna política sino con una promesa del amor que les tenemos a Toño y Toñín. Nos alejamos de esos espacios que solo han aprovechado nuestro dolor, nuestra tragedia para justificar una utopía que no es nuestra, una exigencia de justicia que no es tenerles de regreso en nuestra casa. De espacios que se comparten con autoridades que son responsables de nuestras desapariciones pensando que algo resolverán. Quizás es la ingenuidad que provoca el dolor, o la ceguera que se vuelve complicidad.
Han pasado doce años, la ausencia de Toño y Toñín se volvió una herida en nuestro pecho. Su ausencia poco a poco va deteniendo nuestro corazón. Pero resistimos, insistimos en que nos los regresen, son nuestros, son parte de nuestra familia. El gobierno de Coahuila ha intentado cerrar el caso, decir que están muertos, que los quemaros, que no queda nada de ellos; lo hemos señalado con anterioridad: no vamos a tolerar las simulaciones de un gobierno como el de Coahuila que pretende fabricar falsas realidades para cerrar un caso que, como muchos, les es incómodo. Solo aceptaremos los resultados de una investigación científica, no de simulaciones a las que las autoridades de Coahuila están acostumbradas.
Agradecemos a todas las personas que nos han acompañado a lo largo de estos doce años de incansable búsqueda. Les abrazamos con cariño y la esperanza de un día poder decirles que Toño y Toñín están de regreso en casa.
Atentamente
Familia Verástegui González
Responsable de la publicación: Jorge Verástegui González