He pensado en borrar la vida, en dar un paso sin medida para ahorrar esta agonía que me mata cada día.
De qué sirve la vida repetida cada día, vacía el alma mía, vacía noche y día.
Si el dolor me guía y aleja la alegría para que quiero un sol si tengo la noche que me abriga.
Sueño todavía y el recuerdo es una fantasía de algo que fue alegría sin embargo ya no hay nada que sonría.
Hay un lugar en el que nos esperan con abrazos y retazos de momentos bastos a quienes demorados llegamos decepcionados.
No me dejes vivir desilusionado pues es vivir derrotado y con el ánimo torturado pues termino el día cansado y sin haberlo acabado.
Abrázame con cuidado y llévame a tu lado para quedarme callado y del mundo olvidado.
Susurrante y fiel amante hoy te quedas distante pues mis labios delirantes ya no suspiran ni un instante.
Y al final, como una salida, me alejo de esta vida, ya sin melancolía ni atisbo de alegría o rebeldía y sin una gota de lo que fue la tristeza en mi vida.