Con qué profundidad se hundió esa tu ausencia en mi corazón,
Qué fue de tu presencia, aquella que me fue arrancada sin clemencia,
Le temo al tiempo que desgasta mis ojos que angustiosos ven borrosos esos recuerdos calurosos,
Triste en el camino veo el breve rocío del olvido,
Y sé que has existido y que te he querido,
Pero en el tiempo el olvido ya no recuerdo que he vivido,
Tu sombra se volvió camino,
Y con con el sol nacido, me alegro de no haber resistido.

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