Estaba rodeado de tanta gente, de tantos sueños, de cientos de aventuras por emprender, de tantas voces, de carcajadas de felicidad, de aquellas visiones tan diversas del mundo.

Estaba rodeado de tantas personas pero me sentía solo, alejado de toda felicidad y sumido en una inmensa tristeza.

Estaba rodeado de tantas sonrisas y sueños que brillaban en los ojos, pero mi sonrisa era vacía y mis ojos solo grises, sin brillo.

Estaba rodeado de tantos sueños, de tantas esperanzas, pero en el fondo, pero estaba en el fondo, en el piso, tirado como un algo roto sin compostura.

Estaba rodeado de felicidad, de aventuras vividas o por vivir, pero me sentía temeroso, acobardado, temblando como un niño pequeño frente a la más aterradora de las tormentas nocturnas.

Estaba rodeado de tantos colores, de un brillo que reflejaba la vida, pero me sentía en el más gris de los lugares, tirado sin fuerzas, sin aliento, sin vida.

Estaba rodeado de un aire fresco y un sol resplandeciente, pero el aire era frío y mi cielo estaba nublado.

Estaba en lo alto de una montaña, observando la inmensidad de la vida, me sentí tan pequeño, tan egoísta por sentir dolor, no, por sentir que mi dolor era importante, más que el del resto.

Estaba a tu lado, acurrucado en tu vientre, protegido por tus manos, reconfortado con tu presencia y entonces me sentí seguro, me sentí feliz, me sentí acompañado y recordé porque valía la pena estar rodeado de tantas personas

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: