La negrura no logró ser suficiente para oscurecer la noche pues en lo alto del ilwikatl iluminaba la luz de la luna y me pregunto por qué Metzli me acompaña esta noche en la que su luz hace reflejar mi sombra en el polvoso suelo, pero es un suelo que se ve borroso pues Ehekatl, que golpea fuertemente, levanta el polvo en el que se refleja mi sombra.
Prefiero cerrar los ojos en un intento de abstraerme por un momento de la realidad que intento vivir, pero Ekekatl sopla con demasiada fuerza y pasión, susurra algo, parece que llora, se lamenta de algo que no logro comprender.
¿Cuál es el pesar de Ehekatl que cada vez está más violento y se vuelve más frío? Itztic Ehecatl me hace prisionero.
Itztic Ehekatl intenta darme un mensaje que no logro comprender o quizás no lo quiero entender por lo lastimera de su voz pues me provoca miedo escucharle.
Cierro con más fuerza mis ojos intentando/evitando estar aquí, con lo contradictorio del acto, en la negrura y bajo Metztona, atormentado por Itztic Ehecatl.
Su voz ya no es un susurro, se volvió clara para poder oír su mensaje, me dice que debo de continuar con noohwi para así poder encontrar consuelo para Nellel y para que Mellel desaparezca.
Nikan kahki noyolo kaltzaktok, prisionero de Itztic Ehcatl que me obliga a seguir con noohwi con la fiel promesa de encontrar consuelo para Nellel ¿pero cómo Nellel podrá conseguir consuelo lejos de ti? Si estando cerca de ti es donde lo puedo conseguir.
Sin embargo, si Mellel desaparece si sigo con noohwi, te hago la promesa de que antes de que en el horizonte se pose Tonalli y que Tonalmitl acaricie tu rostro, noyolo mapampa será, nuestro amor sincero, aunque lejos me encuentre, no podrá ser destruido.
Ehekatl que sopla en todas direcciones y todo lo sabe, sabe que es verdadera mi promesa y que aunque siga con noohwi, noyolo ittok tu rostro siempre estará.
Compasión le pido a Tonalli para que en el último momento de mi vida me permita que cuando Tonalmitl acaricie tu rostro sean mis manos las que lo hagan y así poder recibir con resignación la muerte.